Bajo la lluvia, siento el agua helada
discurrir por mis mejillas llevándose consigo el poco calor que me
queda. No puedo pensar en nada. Y lo agradezco. Una hora atrás
hubiera hecho cualquier cosa por acallar los pensamientos que se agolpaban
en mi mente y cuando por fin logré ponerles fin saliendo a la calle
a correr bajo la lluvia me sentí bien, liberado de la tortura del
que había sido víctima. Cada centímetro de mi piel grita y se
estremece y es ese dolor el que me distrae y me ayuda a dejar de
pensar. Odio la forma en que han acabado las cosas. Después de todos
los momentos que pasé a su lado, de todo lo que compartimos,
incluidos los sueños y planes que habíamos hecho ¿ Dónde ha
quedado todo eso? Me culpo por todo lo que ha pasado, algo he hecho
mal... ¿ Que podría haber cambiado si hubiera sabido lo que iba a
pasar? ¿Hubiera arreglado algo? Quiero creer que puedo hacerlo mejor
pero lo cierto es que dudo que alguien sea capaz de amarme, de
quererme de manera incondicional, de permanecer conmigo a pesar de
todo. Por mucho que me esfuerce eso es y será así por siempre. No sé
si ahora mismo estoy llorando porque las lágrimas se confunden con las
gotas de lluvia. Pero eso da igual. Siento como si toda la lluvia
fuera fruto de mis lágrimas; Todo ese dolor y frustración convertido en
agua.

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