Bienvenidos a nuestro pequeño rincón de fantasía donde la imaginación se convierte en el instrumento más valioso y los sentimientos cobran vida en los personajes de nuestras historias. Echad un vistazo y juzgad como os parezca. Ante todo, buscamos un diálogo con nuestros lectores, que compartan sus opiniones, que sugieran temas sobre los que escribir y que, si encuentran inspiración se animen también a escribir. Porque no hay nada más bonito que poder expresar tus emociones y que otros compartan los suyos contigo. Así que adelante, tiraos a la piscina.

31/3/15

Relativicemos.

Esas cosas del día a día. Ver una serie en el sofá. Leer un libro en la terraza con el sol dándote en la cara. Un abrazo o un beso de tus seres queridos cuando menos te lo esperas pero más lo necesitas. Por supuesto, un beso de buenas noches. Y de buenos días. Cualquier beso. Sentir la suavidad de las sábanas. Dejar mensajes secretos en la puerta del frigorífico. Ducharte con agua ardiendo hasta casi quemarte. Tirarlo todo al llegar a casa después de una jornada agotadora. Ver atardecer. Salir al balcón de noche y mirar las estrellas, la luna. Si no hay, imaginarlas y soñar despiertos. Reír sin saber por qué. Saberlo y no poder parar.
Todo lo que marca la diferencia. Tonterías quizá. Individuales y colectivas, concretas y abstractas. Trocitos de todos, ajenas a nadie. Algunos, secretos confesables que se guardan por sentirlos como personales, propios.                   La madre de Forrest decía que tonto es el que hace tonterías. Pues bien, seamos tontos si serlo significa ser un poquito más felices.
Está en nuestras manos, a pesar de que no siempre se trate de nuestra propia satisfacción. Echar una mano de vez en cuando tampoco está mal. Nada mal. Si estamos aquí por una razón, implícitamente tenemos que disfrutar. Pasamos en mayor o menor medida, pero juntos. Así que yo digo, ¿por qué no construir un puente reuniendo fuerzas, colocando pedacitos? Puede que sea más sencillo situar piedras, poner zancadillas; pero creerme cuando os digo que es más satisfactorio y gratificante tender el brazo, abrir los dos y liberar los hombros.