No sabes si va a ser siempre así. Ni tú ni nadie. Mientras, sigues empeñada en encontrar una respuesta. Pero son sólo palabras, no pueden explicarlo todo. Claro que tú de eso no te das cuenta. Crees que no fuiste, eres, ni serás suficiente. Y que por más cosas que te diga la gente, tú seguirás pensando exactamente igual. Ellos se creen que lo saben, que pueden dar respuesta a lo que tú nunca pudiste. Ignorantes. Algún día se darán cuenta de que todo en lo que siempre han creído es mentira.
Tú mientras tanto no te hundas más de la cuenta o no podrás salir del agujero. Deja fuera siempre la nariz, para ir respirando por ella; y reza para que nadie venga a tapártela, porque entonces si que será una despedida. De las de: hasta siempre. Te queda una única cosa por hacer. Confía en ti. Es difícil pero, en teoría, nada es imposible. Repite conmigo: confío en mí, confío en mí, confío en mí. En cierto modo, quizá repetirlo te ayude a que sea verdad.
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