Todo lo que marca la diferencia. Tonterías quizá. Individuales y colectivas, concretas y abstractas. Trocitos de todos, ajenas a nadie. Algunos, secretos confesables que se guardan por sentirlos como personales, propios. La madre de Forrest decía que tonto es el que hace tonterías. Pues bien, seamos tontos si serlo significa ser un poquito más felices.
Está en nuestras manos, a pesar de que no siempre se trate de nuestra propia satisfacción. Echar una mano de vez en cuando tampoco está mal. Nada mal. Si estamos aquí por una razón, implícitamente tenemos que disfrutar. Pasamos en mayor o menor medida, pero juntos. Así que yo digo, ¿por qué no construir un puente reuniendo fuerzas, colocando pedacitos? Puede que sea más sencillo situar piedras, poner zancadillas; pero creerme cuando os digo que es más satisfactorio y gratificante tender el brazo, abrir los dos y liberar los hombros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario