Con nadie me había pasado esto, y ahora que me encuentro en esta situación, totalmente nueva para mí, estoy perdida. Porque no sé qué es lo que debo hacer, ni lo que está bien o lo que está mal. Tan solo un remolino de sensaciones contradictorias que, la mayor parte del tiempo, me llevan a lo más hondo.
Y yo me dejo arrastrar. Pienso en las cosas una y otra vez sabiendo que me hacen daño. Es así. Un círculo vicioso que nunca parece romperse. Putos prejuicios que no sirven para nada.
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