Bienvenidos a nuestro pequeño rincón de fantasía donde la imaginación se convierte en el instrumento más valioso y los sentimientos cobran vida en los personajes de nuestras historias. Echad un vistazo y juzgad como os parezca. Ante todo, buscamos un diálogo con nuestros lectores, que compartan sus opiniones, que sugieran temas sobre los que escribir y que, si encuentran inspiración se animen también a escribir. Porque no hay nada más bonito que poder expresar tus emociones y que otros compartan los suyos contigo. Así que adelante, tiraos a la piscina.

28/10/13

Paciencia

Aquí estamos. Tu y yo. A tres centímetros de tu boca. Compartiendo el aire, respirando juntos. Sin nada a nuestro alrededor. Nada que nos distraiga. Admirando tus pupilas detenidamente; viendo como, en un solo segundo se dilatan hasta casi hacer desaparecer el iris. Sintiendo la tirantez, la atmósfera que creamos cuando estamos juntos. La tensión sexual que aún no hemos resuelto. Sin dejarte mover un solo músculo de tu cuerpo (excepto si es para poner tu mano sobre mi cuello y acercarme la cabeza más a ti). Queriendo estar así todos los minutos, horas, días, meses, años que sea posible. Sin necesitar nada más, pero al mismo tiempo, deseándolo. Esperando, quietos. No, todavía no. Paciencia. Puede incluso que no llegue a hacer falta. Y cómo en el resto de cosas: sin prisa, pero sin pausa.

24/10/13

Desata la venda

Sabes cómo eres. No intentes engañarte. Eso sólo funciona un rato, luego la realidad te da una hostia con la mano abierta en toda la cara. El espejo no engaña. Nunca lo hace. No es la luz ni el ángulo lo que te hace ser así, aunque intentes decirte eso a ti misma. En el fondo te lo mereces. Estúpidas apariencias; piensas. Que le jodan a lo que piensen los demás de mí; te dices al mismo tiempo. Pero reconoce que, siempre te vas a preocupar por eso, que vas a odiarte cada día que pasa, cada vez que pases por delante de un espejo. No te engañes, es inútil y agotador. Deja de ponerte una venda en los ojos y, en lugar de eso, ábrelos. No digo que entonces las cosas vayan a ser más fáciles, por supuesto que no. Sólo digo que entonces comenzarás a darte cuenta de las cosas y podrás arreglarlas. Cambiarlas. Porque obviamente tienen que cambiar. Quizá así podrás sentirte bien y segura contigo misma. Quizá y solo quizá.

23/10/13

A mi principe

No puedo describir algo que apenas ha comenzado, que parece escurrirse entre mis manos, que no tiene forma ni se ha consolidado. Aun así, puedo decir que por poco que sea, por efímero que parezca, aunque tan solo se quede en lo que es ahora: un comienzo, es algo que llevaba mucho tiempo esperando. Me gusta ese pequeño y a la vez tan grande cambio en mi vida. Me hace ver las cosas de diferente manera, bajo otra perspectiva. Como si ahora lo viera todo desde un punto más alto y con más claridad. Y debo decir que las vistas desde aquí son estupendas. No sé cómo acabará. Ni siquiera sé cual será el siguiente paso. Pero hay algo en esta incertidumbre que me atrae de una forma que no puedo explicar. Como si sintiera que todo fuera posible, que cualquier cosa puede pasar. Me da igual tener una sonrisa tonta de vez en cuando en los labios porque eso significa que estoy pensando en él y en el tiempo que hemos estado juntos. Y esto es, sin duda, mi recuerdo favorito del día.

8/10/13

Mar de lágrimas

¿Alguna vez sientes que esta vida que te ha tocado no te corresponde? ¿O más bien que tu no quieres estar en ella?
Así es como me siento yo.
No me siento en mi sitio y es por esa razón que no logro verme en el futuro. ¿Qué vida tendré si la que quiero no es posible? ¿Qué vida tendré si aunque me esfuerce no podré cambiar nada? E incluso si sale bien, si consigo encontrar a alguien, alguien que me comprenda, que de verdad me entienda, que sepa amarme y yo le ame. Tendré que sacrificar mucho por eso. No espero que lo entiendas pero es así. Todo en lo que había pensado hace unos años, en esa edad cuando soñabas con ser alguien en el mundo, ser alguien especial, en esa época en la que creas un futuro, con un trabajo y una familia, hijos... todo cambia. Llega un momento el que no puedes negar lo que eres y todo tu mundo se viene abajo. Todos tus sueños ya no son posibles. Y no me refiero a esos sueños en los que nos convertimos en astronautas, en futbolistas, en superhéroes, en el rey del mundo... sino a los más sencillos, a los que, en definitiva, resumen tu vida. A los sueños que posiblemente se harán realidad pero que si eres alguien como yo se esfuman. Un día los tienes entre tus manos y al día siguiente todo ha desaparecido, ha dejado de existir. Y en su lugar solo queda un mar de lágrimas y de confusión del cual nadie te puede ayudar a salir, del cual estas destinado a estar el resto de tu vida. Esto podría sonar un poco melodramático pero si de algo estoy seguro es de que así será. Puede que consiga olvidarlo, que lo deje apartado después de haberme cansado de darle vueltas y más vueltas pero seguirá estando. Seguiré hundido en el mismo mar. Me niego a pensar que ahí acaba todo, me niego a creer que no conseguiré ser feliz y es, eso en definitiva, lo que me hace seguir adelante. Puede que, aun teniendo que sacrificar la vida que había elegido consiga encontrar algo de felicidad. Y lo creo de verdad, quiero creerlo porque... ¿qué sentido tiene entonces vivir?

5/10/13

Un nuevo renacer.

Me siento mal. Pero no es por dolor de tripa ni de cabeza ni nada por el estilo. Es algo mucho más hondo. En el pecho. Y lo he sentido esta mañana; pero se me ha quedado estancado, como un clavo ardiendo. También me siento tonta. Tonta por haber creído en algo que no existía. Tonta por confiar tan ciegamente en una persona. Tonta por este tremendo batacazo que me he pegado y más aún, sabiendo que me lo podía dar. Y por no haber estado preparada. Lo tenía delante de mi nariz y me quedé embobada mirándolo, sin moverme, sin reaccionar.
Pero ahora ya no hay vuelta atrás. La verdad es que, prácticamente he sido yo la que me he tirado al vacío. Sin paracaídas. Y como es normal, las consecuencias han sido trágicas. Ahora sólo queda esperar. Aguardar pacientemente el renacer de algo nuevo. De un nuevo yo. Alguien que haya aprendido de esta situación. Alguien fuerte, que sepa que puede con esto y con mucho más. Que tenga la certeza de ello.


Ya soy yo de nuevo. No ha pasado demasiado tiempo, pero parece que todo vuelve a la normalidad. Toca esperar a la siguiente recaída. Que la habrá. Estoy segura de ello. Tiene que haberla.